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Xosé Luis Carrera, de Arqueixal: “El futuro está en una producción sostenible que sea acorde con el medio, ese es el marco de la producción ecológica”

Arqueixal engloba una granja de producción ecológica, una quesería artesanal y un proyecto de ecoagroturismo. Xosé Luis Carrera, coordinador de esta iniciativa, mantiene un vínculo con el rural desde su infancia. En esta entrevista nos habló de los inicios de Arqueixal y de su historia, además de su pensamiento sobre la producción en ecológico.

 

¿De dónde viene tu interés y curiosidad por el mundo del rural y por los alimentos ecológicos?

A veces sabemos que hay algo, que no sabemos definir muy bien que es, pero hay algo: posiblemente en ese subconsciente ya está y tiene claro su cometido. Yo, desde niño, tuve un vínculo con el rural; primero, porque nací en el rural, y segundo, porque cuando todo el mundo se iba a las ciudades, yo también en aquel momento quise hacer el amago de irme, pero había algo fuerte que me decía que yo pertenecía a este lugar y a estas gentes, ¿no? Entonces, aun sin saber explicarlo muy bien, había algo que notabas que te llamaba para estar aquí. Yo creo, por lo tanto, que ese interés viene desde muy niño y ahora cada vez se fue confirmando más que era eso lo que sucedía, ¿no?

¿Arqueixal fue desde sus inicios una iniciativa en ecológico o no?

No. Cuando yo me incorporo a la actividad agraria de una forma más activa, allá por el año 89 o 90, ahí bautizamos Arqueixal. En el año 2000 fue cuando empezamos a cambiar a la agricultura ecológica. Fuimos de los primeros, pero aun así ya antes Arqueixal estaba… Lo que sí es cierto es que ya nos dedicábamos a la producción de queso, ya teníamos una granja que no era intensiva, o sea que de alguna manera, ya estaba en nuestro pensamiento hacer una agricultura sostenible, ¿no? Desde siempre fue así, lo que pasa es que después ponerlo en el marco de la producción ecológica fue en el año 2000 más o menos, que fue cuando surgió por aquí la producción ecológica y ya fuimos de los primeros.

¿Cómo fue creciendo el proyecto con el paso de los años?

No creció mucho en cuanto a volumen. Por ejemplo, la granja, en aquel entonces estaba con 35 vacas y seguimos teniendo 35 vacas, o sea que no hubo un crecimiento… Nosotros le llamamos crecimiento sostenido en los añadidos, lo que fuimos añadiendo a la producción. Por ejemplo, en la quesería sí que hacíamos queso, pero no hacíamos yogur, y comenzamos a hacerlo y a diversificar un poquito, ¿no? Después empezamos a hacer también la leche fresca, siempre pensando en la reutilización de los envases, tanto en la leche como en el yogur, en el tamaño familiar o grande… Y esos fueron los primeros pasos.

Por el año 2008 o 2009 empezamos la recuperación de un conjunto de casas que había abandonadas, que fue donde montamos el proyecto de ecoagroturismo activo, pero siempre pensando que todo tenía que estar hilado sobre la sostenibilidad, ¿no? Quiero decir que el turismo activo es un proyecto de ecoagroturismo que lo fijemos en bioconstrucción, quiero decir, todas las líneas de la sostenibilidad estaban pensadas en todo aquello que se iba desarrollando en el proyecto, ¿no? Y así rehabilitamos pues 4 casitas, con lo que pretendemos que la gente que viene a participar y que se viene a alojar a nuestro establecimiento, que pueda participar en las actividades que hacemos, ya sea ir a llevar las vacas al prado, hacer un queso, hacer un yogur, ir a la huerta coger una cesta de productos que después puede consumir en la propia casa en la que está alojado, etc.

¿Nos podrías hablar de las actividades que hacéis aquí?

Dentro de esa otra rama que sería lo que nosotros llamamos cultura del conocimiento basada en la tradición, por ahí vendría esa parte que empezamos ya a trabajar hacia colegios y grupos del Camino de Santiago, quiero decir, que nosotros hacemos unas actividades por un lado, una visita al taller, que de alguna manera la gente hace un pequeño recorrido por Arqueixal, y al mismo tiempo puede hacer su propio queso que después lleva, ¿no? Eso por ejemplo lo tenemos muy enfocado para familias y para grupos que están haciendo el Camino de Santiago con algunas agencias de viaje, entonces, vienen aquí y en una hora y media se empapan de lo que es la Galicia profunda, la Galicia rural y la Galicia sostenible, lo cual es muy interesante.

Después también trabajamos en otra línea que es con los colegios. Tenemos una unidad didáctica, que dura más o menos toda una jornada de mañana y hacemos dos actividades. Por un lado, los niños hacen su propio queso e interactúan con los animales, y después, por otra parte, van a conocer una casa, que es la casa de la Rebordela, una casa viva, y lo que hacemos es como un personaje: se caracteriza como viviendo en la casa, entonces los niños entienden de dónde venimos, ¿no? Es decir, cómo vivieron sus padres, cómo vivieron sus abuelos… Porque tenemos un lema en nuestro proyecto que es: sólo comprendiendo el pasado podremos construir el futuro. De este modo, para nosotros es muy importante todo lo que hacemos en el proyecto Arqueixal. Tiene mucho vínculo con el saber de dónde venimos para saber dónde nos queremos proyectar. Somos de raíces profundas, pero al mismo tiempo estamos ramificados expuestos hacia el exterior, quiero decir, no somos algo cerrado, sino que somos algo abierto a todo aquel conocimiento del que nos nutrimos y del que nosotros podemos acercar a quien venga por aquí, ¿no?

¿Cómo funciona la comercialización de la quesería?

En la parte de la quesería artesanal hacemos queso con denominación de origen, Arzúa-Ulloa, en las dos variedades, en el cremoso y en el de la nabiza, y después hacemos el yogur en tarro de 700 gramos y de 400, también tamaño familiar, y la leche en botella de cristal reutilizable. Nuestra comercialización la hacemos en forma espiral de mercado, que es vender lo más local posible… Somos de lo más cerca posible y lo más directamente posible, saltándonos, a poder ser, la mayor parte de los ejes de la cadena. Si podemos venderle directamente al consumidor final, pues fantástico, ¿no? Porque siempre es un trato más directo y un mayor beneficio para nosotros, pero no siempre puede ser así, tenemos que usar también las tiendas tradicionales o las ecológicas, restaurantes y tal, pero sí que intentamos ser siempre lo más directos posible. Esto no quiere decir que no vayamos a mandar unos quesos a Madrid o a Barcelona, pero la fuerza de nuestro mercado está en el consumo local. Creemos en ese tipo de consumo y si además hay que llegar un poco más lejos llegamos, pero no hacemos el foco en la venta fuera, ¿no? Porque creemos en la economía que ahora está tan de moda, que se habla mucho, pero que… La economía circular esa que le llamamos, ¿no? Hay que entender que además tampoco estamos inventando nada nuevo, sino que la economía circular fue lo que nos sostuvo durante muchos siglos, esto de enviar producto tan lejos es una cosa de los últimos 50 años. Quiero decir, que al final es volver un poco a lo que ya se hacía. Así que, creemos en esa economía, porque eso también luego hace entender cuando hablamos de que comprender el pasado nos proyecta en el futuro, pues cuando comprendemos el pasado estamos trabajando: ¿cómo era la economía en el pasado? Porque a lo mejor hay que hacer un pequeño reset, y a lo mejor hay que volver a lo de antes. Entonces por eso para nosotros la comprensión del pasado es muy importante para saber dónde estamos y a dónde vamos.

¿Estáis satisfechos con los resultados que estáis obteniendo del proyecto de ecoagroturismo?

Nosotros en la parte del turismo rural estamos satisfechos porque a lo mejor no tenemos una gran ocupación, pero tenemos la ocupación que nos permite atender de la mejor manera posible a la gente que viene aquí. Tenemos épocas que son de mucha más intensidad, pero en realidad  yo pienso que está equilibrado entre lo que nosotros buscamos y lo que nos está llegando. Ese punto de equilibrio creo que está. Pero ya digo, porque no pensamos que el crecimiento tiene que ser sostenido, y muchas veces no hay que crecer; incluso podemos pensar en que a veces hay que decrecer, ¿no? No es nuestro caso porque tampoco no estamos en un punto muy arriba, pero quiero decir que hay que pensar, que a veces hay que buscar otras formas… Ese es nuestro pensamiento.

En tu caso personal, ¿nunca pensaste en cambiar de trayectoria a nivel profesional?

Nunca lo pensé porque siempre le estuve dando vueltas en el mismo sitio donde estaba, no sé se me explico. Es decir, posiblemente si a lo mejor estuviera dedicándome a una sola actividad, digamos, que fuera ganadero y vendiera leche, pues a lo mejor sí que en algún momento me cansaría de esa actividad aunque estuviera en ecológico, pero el hecho de estar tan diversificado quizás eso fue lo que me permitió poder estar navegando en diferentes sitios y variando por distintas posiciones, pero, a su vez, estando en el mismo sitio, no sé se me explico. Eso es un poquito lo que yo considero, porque soy una persona inquieta. Entonces claro, si estuviera con una sola actividad, pues a lo mejor podía estar un poco cansado o podía tener ganas de probar otras cosas, pero cuando quiero probar algo nuevo, pruebo dentro de lo nuestro, dentro de lo que ya nosotros tenemos, sumergiéndonos en las posibilidades que puede tener en hacerlo atractivo a otro tipo de proyección, por ejemplo, como lo que decía de las actividades con la cultura del conocimiento, pues con la actividad de Son da Aldea, que es una actividad de la que participamos de forma activa, que es la autoestima de ser de la aldea, entonces pues todas esas cosas son motivaciones que dan mucha satisfacción, porque además disfrutas mucho de ellas y no te queda tiempo a pensar que aún puede haber más posibilidades.

¿Por qué producir en ecológico? ¿Cómo explicarías tú a la sociedad la importancia que tiene?

Para mí, creo que producir en ecológico es… Yo estoy convencido de que, vuelvo a decir lo mismo, no estamos inventando nada nuevo, simplemente estamos poniendo un marco, que es la producción ecológica, en un momento donde hay una producción intensiva muy potente, entonces hay que marcar esto. Realmente si lo vemos bien, cuando digo esto de que a veces el pasado está cargado del futuro, quiero decir que a lo mejor hay que hacer una pequeña revisión… entonces para mí si hay futuro, no digo que todo tenga que pasar, pero si hay futuro, el futuro está en una producción sostenible que sea acorde con el medio, y ese es el marco de la producción ecológica.

¿Qué significa para ti como productor tener la certificación ecológica? ¿Crees que da confianza a los consumidores?

Evidentemente. Aunque en muchos casos no se conoce todo lo suficiente, porque sabemos cómo es el mercado, es un poco confuso, pero ahora cada vez se conoce más… Yo estoy pensando de cuando yo empecé a hoy, hay 23 o 24 años, ahora el nivel de conocimiento del consumidor de lo que es un producto ecológico es mucho mayor. Es verdad que sí que ofrece confianza, aunque ya digo, hay mucha confusión porque hay muchos productos que se llaman naturales, que intentan camuflarse, que también son auténticos… Frente a todo esto, a veces puede pasar que lo ecológico no se conozca lo suficiente, ¿no? Pero desde luego que es una manera, porque además estamos en un mercado, aunque nosotros tenemos el mercado local, pero en un mercado que es globalizado, con lo cual si no tienes un sello que te garantice que ese producto viene de una producción sostenible, ¿con qué confianza lo puedes comprar? Es que podemos dudar en muchas cosas, pero si no tenemos la referencia… Yo si conozco a un productor, puedo saber que ese productor lo hace bien, que voy a comprarle, pero voy a una gran superficie, y compro un producto ecológico y me fío de un sello que me dice que es agricultura ecológica, entonces claro, en ese sentido es la confianza que podemos tener y es muy necesaria.

“Si no tienes un sello que te garantice que ese producto viene de una producción sostenible, ¿con qué confianza lo puedes comprar?”

¿Qué consejo le darías tú a las personas que tengan interés por comenzar un proyecto en ecológico?

Yo animo a las personas que estén pensando en cambiar bien su modelo de producción o bien iniciar un proyecto ahora mismo. Hacerlo de una manera sostenible creo que es lo que realmente tiene futuro y además te puede dar más satisfacción. A lo mejor, desde el punto de vista económico, puede ser más rentable una producción intensiva, pero pensando en la satisfacción yo creo que estamos en un cambio de paradigma, y digo esto porque creo que las personas que inician un proyecto, intentan buscar que ese proyecto sea satisfactorio para ellos. Cuando digo satisfactorio para ellos no es solamente un medio de hacer dinero, porque realmente eso funcionó hasta ahora, pero creo que ahora la gente se revisa y dice: «Yo estoy a gusto con el que estoy haciendo». Entonces creo que una producción sostenible, una producción ecológica, una producción que está haciendo un alimento de calidad y además en contacto con la tierra pero de una manera respetuosa de no explotar a la tierra, sino de armonizar con ella, creo que es más satisfactorio para las personas. Desde ese punto de vista, evidentemente yo los animo a que prueben por esa vía y la rentabilidad económica también la va a haber; pero, por otro lado, si no es tanta, vamos a tener una compensación importante por la parte que nos toca, de la parte emocional y de la parte de sentirte que estás haciendo algo armonioso.

¿Qué planes tienes de cara al futuro a nivel profesional con Arqueixal? ¿Mantenerse, mejorar, cambiar en algo…?

Estamos ahí en lo que va surgiendo: Arqueixal es un proyecto en movimiento. Lo que estamos percibiendo ahora es que somos un lugar donde se va acercando gente a conocer, gente que quiere hacer su pequeño tránsito pasa por aquí, porque cómo hay alojamiento… y a veces también puede experimentar. Queremos que este sea un lugar que pueda ser útil para la gente que quiera iniciar… Con lo cual hablamos de esa función más social, si cabe, ¿no? Es una parte de la que queremos también explorar porque nos parece que podemos ser más útiles que tan sólo para nosotros mismos.

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