España tiene la mayor cantidad de superficie ecológica certificada en Europa e, incluso, un número creciente de explotaciones certificadas por Demeter. Sin embargo, el uso de semillas ecológicas aún está muy atrasado. Alrededor del 90 % de todos los productos ecológicos se basan en semillas convencionales de producción masiva. Eso tiene como consecuencia que la agricultura española es dependiente de las importaciones de semillas y se pierde el control sobre lo que se cultiva dentro de las fronteras.
ALIMENTOS ECOLÓGICOS DE SEMILLAS ECO
Por el momento está permitido que los agricultores cultiven los productos empleando cualquier semilla, pero la situación va a cambiar. La regulación ecológica de la UE establece que, a partir del 2035, todos los productos ecológicos en Europa deben ser cultivados con semillas eco. Esto requiere que los criadores y los agricultores comiencen a reaccionar.
Organizaciones como Red Andaluza de Semillas y consultoras como Ecovalia empiezan a surgir. Y empresas como Semillas Vivas en España o Sementes Vivas en Portugal promueven la idea de la producción de semillas regionales polinizadas abiertas a todo el mediterráneo desde el 2015.
MÁS APOYO E INVESTIGACIÓN
Lo regional o local es el primer paso hacia la producción ecológica y aquellos que están realmente comprometidos pueden empezar enseguida a utilizar semillas ecológicas y también a promoverlas. Los esfuerzos precisos se pueden hacer visibles en el etiquetado de los productos.
Los departamentos gubernamentales españoles proporcionan muy poco apoyo para cualquier actividad relacionada con las semillas eco. Esto se contrasta con Portugal, donde empresas y autoridades descubrieron los productos eco como elemento estratégico. La organización sin ánimo de lucro con sede en Alemania Lebende Samen-Living Seeds e. V. es una de las pocas que inicia y financia proyectos de cría de plantas en el mediterráneo.
Los proyectos de cría se implementan junto con agricultores locales y el foco en las semillas polinizadas abiertas permite que todos puedan reproducir las variedades desarrolladas. Todas las actividades están dedicadas a preservar, desarrollar y profesionalizar el patrimonio ecológico cultural de Europa del Sur, sin aplicar patentes personales.
Fuente: BioEco Actual