Originario de Valencia, Miguel Ángel Roig inició en 2019 una nueva etapa en su vida al dar inicio al proyecto de Os Biosbardos en Galicia, más concretamente en Cecebre, Cambre (A Coruña). Miguel Ángel cultiva hortalizas y frutas certificadas en ecológico y, en la conversación que mantuvimos con él, nos cuenta todos los detalles sobre esta iniciativa y también nos da su opinión sobre la agricultura eco.
¿Cómo y cuándo surgió este proyecto? ¿Quiénes formáis parte de él?
El proyecto de Os Biosbardos surge hace cinco años, en el 2019, antes de la pandemia. Nace como una necesidad vital de cambiar de trabajo y en la búsqueda de lo que es el producto rico, sano y certificado en ecológico, que es lo que cada vez busca más gente. Después de cinco años estamos trabajando en el proyecto ahora mismo unas cuatro personas a tiempo completo y digamos que hemos conseguido que sea sostenible.
¿El proyecto ya comenzó directamente en ecológico?
Sí, la idea era montar un proyecto de huerta ecológica certificada desde el principio, porque queríamos estar dentro del sistema de la certificación y entendemos que es una forma de tener esa seguridad, de que realmente hay un organismo auditor que está controlando este tipo de procesos. Es cierto que nosotros vamos un paso más allá, basamos nuestro sistema de cultivo en los principios éticos de la permacultura, que son el cuidado de la tierra, cuidado de los animales, cuidado de las personas y el aprovechamiento de cualquier excedente que tengamos en el propio sistema. Con esto lo que conseguimos es tener el proyecto de agricultura certificado en ecológico y, además, que sea sostenible a medio y largo plazo, no solo a nivel social y a nivel medioambiental, sino también a nivel económico, que es lo que estamos consiguiendo ya en estos momentos.
«Basamos nuestro sistema de cultivo en los principios éticos de la permacultura, que son el cuidado de la tierra, cuidado de los animales, cuidado de las personas y el aprovechamiento de cualquier excedente que tengamos en el propio sistema»
¿Cuáles son los pilares del proyecto?
La difusión, la colaboración y la innovación. De hecho, con el pilar de la difusión, lo que hemos acuñado es el concepto de Open Leira, es decir, nos autodefinimos como el concepto de huerta de código libre, así que compartimos todo lo que a nosotros nos funciona y lo que no nos funciona. Tenemos esa posibilidad de poder compartir con el resto de gente la información que tenemos.
La colaboración básicamente es porque solo puedes llegar más rápido, pero llegas menos lejos. Realmente el concepto de colaboración es crear sinergias entre diferentes entidades, proyectos, personas, colaboradores, es decir, crear esa comunidad en la que cada uno aporta un granito de arena para poder sumar entre todos. Sería como la biomímesis del bosque comestible que nosotros estamos trabajando, que es esa colaboración entre plantas para crear sinergias; unas ayudan a otras y al final puedes conseguir un objetivo mucho más amplio. En este sentido, pertenecemos a la Reserva de la Biosfera y como una iniciativa dentro de esto es el proyecto de ecocomedores, que consiste en proveer de alimentos de calidad, ecológicos y de proximidad a kilómetro cero a la red de colegios que están en nuestro entorno. Entonces, estamos certificados y trabajando en esa línea.
La innovación porque es del mundo del que vengo y porque entiendo que lo que hay que hacer es buscar formas nuevas de realizar lo que tenemos entre manos, es decir, buscar esa forma de mejorar los procesos y aprovechar las oportunidades que tenemos cerca de nosotros. De hecho, fruto de la innovación estamos desarrollando aplicaciones y en este caso hemos creado nuestra plataforma de Ciberleira. Trabajamos con una startup tecnológica que nos está ayudando a definir toda la parte tecnológica de lo que hacemos. Con este Ciberleira intentamos integrar todo lo que es el mundo de la sensorización y todo lo que son la gestión de los datos, en este caso para controlar la parte de la elaboración de los biofertilizantes que estamos haciendo: control de temperaturas, humedades y, luego, poder tener una base de datos sobre la que trabajar para sacar información y conseguir las mejores pilas de compost que podamos sacar.
¿Qué cultiváis?
Huerta variada y de temporada; en invierno cultivamos los productos de invierno, de aquí de la zona, y en verano, los de verano.
Aparte de los cultivos de huerta variada, de temporada, estamos también haciendo plantaciones de aguacates, de manzanos y de frutales variados que se den bien aquí en esta zona. Esta es nuestra apuesta a medio/largo plazo.
¿Cómo trabajáis con estos cultivos en cuestión? Técnicas, tratamientos, cuidados…
Estamos trabajando con los principios de la permacultura y, además, con técnicas de la agricultura regenerativa. Lo que conseguimos es regenerar el suelo, que esté bien cuidado, en perfectas condiciones, y que sea el suelo el que alimente a las plantas y que sean ellas con su sistema inmune bien cuidado las que se protejan contra las plagas. No usamos insecticidas, ni herbicidas, ni nada de síntesis química, porque estamos certificados en ecológico; pero lo que tratamos de conseguir es que nuestro sistema esté equilibrado, es decir, si tenemos una plaga de pulgones, hacemos todo lo necesario para que convivan aquí o vivan y se asienten las mariquitas, para que sean ellas las que regulen esa plaga, ese tipo de bioindicadores, de carencias que vamos detectando. Es más lento, cuesta un poquito más, pero al final los resultados son más duraderos a largo plazo.
¿Encontrasteis alguna dificultad a la hora de comenzar a producir en ecológico?
En mi caso me encontré con todas las dificultades del mundo, pero porque no tenía nada que ver con el mundo de la agricultura, con lo cual me habría encontrado dificultades para producir en convencional y las que me encontré para producir en ecológico. Ya desde el minuto cero decidimos certificar y a partir de ahí hemos creado nuestro sistema en base a la normativa que hay para producir en ecológico. ¿Es más difícil o más fácil? No lo sé porque no tengo experiencia con el convencional. Ya desde el principio la decisión fue solo ecológico, una decisión estratégica.
A fecha de hoy hemos conseguido sistematizar el trabajo de todo lo que estamos haciendo. Tenemos nuestro cuaderno de campo digital y nuestros propios procedimientos para trabajar con todo lo que hacemos. Seguimos el procedimiento que hemos establecido sin problema. Cuando llega la auditoría tenemos todo controlado, sabemos lo que nos van a pedir, sabemos cómo tenemos que trabajar, tenemos experiencia… Digamos que para nosotros es el día a día, es como preparar las herramientas para trabajar.
¿Por qué la gente debería consumir productos ecológicos?
Porque son sostenibles y respetuosos con el medio ambiente. La certificación que hay que en cierta forma te garantiza que se cumple un mínimo de condiciones es la de ecológico. Realmente, para nosotros, la gente debería trabajar con agricultura regenerativa y, con esto, conseguir la certificación de ecológico.
¿Qué beneficios aporta la certificación del Craega, tanto a vosotros tenerla como a alguien que quiera consumir productos ecológicos?
Yo lo que creo que aporta la certificación es tranquilidad. Para la gente que no está en el día a día viendo lo que hacemos y cómo, lo que le aporta es esa tranquilidad de saber que hay un organismo independiente que es el que se dedica a auditar y a controlar que las cosas se hagan como se tienen que hacer. Entonces, una certificación es importante y en este caso la que hay es la certificación en ecológico, con lo cual para nosotros es más que suficiente. Lo que pasa es que nos autoimponemos más condiciones para ser más sostenibles todavía.
¿Hay algo que os gustaría que mejorase en el proceso de obtención de la certificación?
A lo mejor un poquito más de apoyo técnico y de acompañamiento. Por ejemplo, nosotros estamos ahora desarrollando nuestros propios biofertilizantes y algunas de las consultas que hacemos a veces caen en saco roto. Lo que agradeceríamos es que tal vez con esa experiencia o ese conocimiento que se tiene de la agricultura y de las normativas que se nos ayudara un poco para aplicarla en este tipo de procesos que son novedosos y disruptivos y, por tanto, necesitan un poco más de colaboración por parte de todos.
¿Qué crees que podría atraer a agricultores y ganaderos convencionales a lo ecológico? ¿Qué se debería hacer para que conociesen este mundo?
Por una parte, concienciar al consumidor final para que decida comprar productos ecológicos. En cierta forma también desmitificar el que los productos ecológicos son más caros que los convencionales, porque a nosotros en algún momento, en alguna época, se nos han dado las circunstancias de que nuestros productos son más baratos que lo que se puede conseguir en un supermercado, un producto convencional, porque tenemos precios estables y con nuestro sistema conseguimos esa estabilidad a lo largo de todo el año. Para mí lo importante es que la gente, que el consumidor final, se dé cuenta de que realmente esto le aporta los beneficios que puede aportar y que al mismo tiempo tampoco tiene por qué ser más caro.
Hace poco que celebrasteis el Leira Fest. ¿Cómo surgió la iniciativa?
La idea del Leira Fest surgió del equipo de trabajo que tenemos, que es un equipazo fantástico, comprometido e implicado. Como ya íbamos a cumplir los cinco años, era una forma de celebrar esos cinco años de proyecto y de que las cosas nos están funcionando. Entonces, se nos ocurrió montar un festival, un Leira Fest, en el que además las artes estuvieran también integradas, por eso Arte nas Leiras, de forma que estos dos mundos se vieran juntos en un día y que además pudiéramos atraer a nuestros colaboradores, a nuestros clientes, a gente con curiosidad de ver qué es lo que estamos haciendo aquí. Básicamente trató de eso, de agrupar a toda esta comunidad que estamos creando en un mismo sitio, en un mismo día y compartir todas esas vivencias que tuvimos en este fantástico día.
¿Cuáles son vuestros planes a largo plazo? Cambiar en algo, mejorar, manteneros…
Nuestro propósito a medio/largo plazo es seguir creciendo, seguir cogiendo tierras. De hecho, acabamos de adquirir cuatro hectáreas más aquí cerca y ya están transformadas a ecológico, desde el minuto cero. Nuestra propuesta es que el proyecto crezca en personal, en gente, en comunidad, en tierras y hacer plantaciones de frutales.