Eva Rodríguez, propietaria de Granxa Ameixeira (Oza-Cesuras, A Coruña), cuenta con la certificación ecológica desde el año 2016. Fue el nacimiento de su hija, Xiana, lo que le hizo fijarse en la importancia de cuidar del entorno teniendo en cuenta las futuras generaciones. En esta conversación nos habla de su pasado, presente y futuro, además del valor que tiene para ella producir en ecológico.
¿Cómo fueron los inicios de esta explotación ganadera familiar y su evolución con el paso del tiempo?
El inicio de la granja Ameixeira viene desde la generación de mi abuelo, que fue un poco zapatero, pero también se dedicó junto con su mujer a las vacas, aunque inicialmente era un poco más de carne. Después, cuando se incorporó mi padre, sobre el 60, ya empezaron a dedicarse mucho más a la leche.
En el año 2000 entré yo, haciendo la prejubilación de mi padre, y estuve hasta el 2007 los dos solos. Más tarde, con otras dos granjas, hicimos una sociedad civil de cuatro socios y estuvimos en un manejo más bien intensivo.
En 2014 nació nuestra niña, Xiana, y me hizo pensar con los conocimientos que teníamos, ya que mi marido también se dedicaba al sector productivo de vacuno de leche, en que debíamos darle una vuelta al sistema y cuidar un poco más el medio ambiente y el medio natural para dejar un planeta, cuanto menos como nosotros lo recibimos, para nuestra niña.
Por circunstancias personales y de fuerza mayor tuve que continuar yo sola con el proyecto. Quise seguir con la idea inicial que teníamos, de granja familiar, pudiendo conciliar muy bien con mi niña, ahora ya con ayuda de mis padres, mis hermanas, mis sobrinos, cuñados y familia en general. En 2018 me atreví a hacer una gran apuesta a nivel económico para hacer pastos y tierra productiva en 13 hectáreas, que estaban algunas abandonadas y otras con una explotación bastante dura de eucalipto. En esa base territorial aún seguimos trabajando; ya van 6 años, pero seguimos, mucho con la ayuda propia de los animales, sin laborear en exceso, pero con la vuelta continua de los ejemplares a pastar, y estamos haciendo que estén unas tierras cerca de donde tengo situada la granja, donde hago los ordeños –dos ordeños por ahora pero estoy pensando incluso pasar a un ordeño único–, aquí donde está la casa de mis padres y donde está mi granja, en Ameixeira.
¿Nunca pensaste en cambiar de trayectoria a nivel profesional?
Pues sí, no te voy a negar que en algún momento sí que lo pensé, teniendo en cuenta que estudié Relaciones Laborales. Sí que hay momentos de altibajos, aunque son los menos y siempre gana el de poder estar con los animales y en la naturaleza, compartirlo con mi hija, con mis padres, y vivir en el rural como siempre me gustó y como quiero, y aún por encima dándole un valor añadido a tener un cuidado alto del medio natural y del medio ambiente. Siempre gana la batalla, además de que contando con la ayuda de ahora mismo dos trabajadores, lo llevamos bien. Podemos tener tiempo de descanso suficiente, aunque a veces debería ser más.
¿Cómo comercializáis la leche hoy en día?
La leche de Granja Ameixeira va para Lactalis, para Puleva Eco y demás productos ecológicos de Lactalis. Sí que es una pequeña cuestión que me gustaría darle una vuelta, aunque estoy agradecida a Lactalis, para hacer la venta directa como un paso más de sostenibilidad y justo de esa filosofía un tanto ecológica que tengo, y de acercar mi producto al propio consumidor. En realidad estuve ya haciendo mis primeras indagaciones y participé en el programa de emprendimiento de la fundación Juana de Vega, a quien estoy súper agradecida, y que me costó muchísimo no cumplir finalmente ese sueño de llegar a hacer una venta directa de nuestra leche, pero que realmente era enfrascarme en un proyecto que me iba a llevar bastante tiempo de mi vida y, encima, económicamente también necesitaba de una inversión. Es un proyecto que está ahí en stand by, como digo siempre, no está totalmente descartado, pero que no es el momento aún.
¿Cómo explicarías a la sociedad la importancia que tiene producir en ecológico?
Considero que es una pena en el momento en que estamos de tanta información y tan asequible para toda la sociedad, que aún a estas alturas tengamos que explicar las bondades de un producto ecológico. Un producto ecológico, la leche en mi caso, carne, huerta, todos los productos ecológicos tienen un alto valor nutritivo y de seguridad alimentaria para los consumidores. Evidentemente, no utilizar productos químicos de síntesis es un valor incalculable en los momentos en que estamos, que nos vemos con muchísima oferta de productos manipulados y transgénicos y que realmente pueden afectar a nuestra salud; ya hablando solo a nivel nutritivo y de salud, pero si encima pensamos en nuestra naturaleza, en el medio en el que vivimos y en la época del gran cambio climático, debemos cuidar este medio porque no hay planeta B y tenemos que ser cuanto más sustentables, muchísimo mejor.
¿Qué significa para ti como productora contar con la certificación ecológica? ¿Crees que es algo que da confianza a los consumidores?
Evidentemente respeto todas las decisiones, pero no me cabe en la cabeza que una productora trabaje en ecológico y no lo haga de manera certificada. Explico el por qué. Realmente el consumidor necesita unas garantías de que ese producto es realmente ecológico, no digo que no pueda ser ecológico un producto que no esté certificado, evidentemente, quizás incluso más que algunos que sí lo están, pero desde luego para tener una garantía, una trazabilidad y una seguridad alimentaria, no hay otra manera que con una certificación, en este caso del Craega, Consejo Regulador de la Agricultura Ecológica que, por un lado, participado por la Xunta, por la propia Administración y, por otro lado, por los propios productores. Evidentemente, es una garantía y una tranquilidad para consumidores y productores.
«Para tener una garantía, una trazabilidad y una seguridad alimentaria, no hay otra manera que con una certificación»
¿Qué consejos le darías a alguien que está pensando adentrarse en este sector produciendo en ecológico o que ya está en él en convencional y quiere pasarse al ecológico?
Mi consejo es que no tema porque no hay nada tan difícil. Si yo pude, puede cualquiera, no hay nada tan complejo como para que la satisfacción no sea mayor que lo difícil que se pueda considerar. Evidentemente, yo ya vengo de una filosofía que cree en este manejo y esta forma de producción en ecológico, pero pienso que todo el mundo la puede tener, seguro que está ahí, estará un poco más dormida o no. Muchas veces lo que más nos pesa es el tema económico, porque sí que hay una pérdida de producción, y sí que hay un tipo de manejo que requiere que estés mucho más con tus animales, sacarlos para fuera, parece imposible; en el caso de vacas de leche, es lo contrario, es un lujo ahora mismo, en esta época tan primaveral, se reduce el trabajo del día a día muchísimo, ya no hablemos de la disminución de problemas como enfermedades, cojeras y cosas de ese tipo. Tengo animales ahora mismo con 12 años, que son más viejos que mi propia niña, que ahí están produciendo y que forman parte de la granja.
Además, es preciso ser conscientes de que el planeta que estamos empleando para alimentar estos animales y para producir nuestra economía también es el de futuras generaciones y generaciones, no podemos menospreciarlo y tenemos que cuidarlo como él nos cuida a nosotros.
¿Cuáles son los planes de cara al futuro para Granxa Ameixeira? ¿Mantenerse, mejorar, cambiar en algo…?
De cara al futuro la idea es mantenerse, que ya no es poco, e igual no crecer mucho, porque estamos bien. Sí me gustaría crecer en base territorial para depender cuanto menos pueda de insumos de fuera, para ser aún más sustentable, y poco más. Sigo ahí con ese medio proyecto de venta directa, pero que no sé en qué momento se retomará. Igual lo dejo para si mi hija quiere continuar y dar un paso más o no.