El ganadero Alfonso Fernández, de Chantada (Lugo), comenzó en 2017 con los primeros pasos del proyecto de Lacto Baltar, a través del cual elaboran un dulce de leche de gran calidad. Más tarde, alrededor del año 2020, tras pensar en cómo mejorar y avanzar, apostó también por introducir en el negocio dos variedades de dulce de leche ecológico: uno en formato clásico y otro pensado para la elaboración de helados.
¿Cuándo y cómo fueron los inicios de Lacto Baltar?
Los inicios de este pequeño proyecto surgieron después de pensar en darle valor añadido a nuestra leche, que es una materia prima de calidad. Pensamos en hacer yogur, queso u otro tipo de producto para poderlo poner directamente a la venta. Sin embargo, en este caso, como en Galicia tenemos infinidad de quesos, apareció esta idea gracias a Álvaro, un amigo mío que actualmente vive en Lalín y que fue socio aquí conmigo en la fábrica.
Él estuvo mucho tiempo en Uruguay y decía que aquí no había comido un dulce de leche tan bueno como el de allí o el de Argentina, entonces, el proyecto nació un poco de eso y también de mi inquietud por darle ese valor añadido a mi producto. Ese fue el emprendimiento.
Esto surgió en 2017, y en 2018 comenzamos con las primeras indagaciones. A principios de 2019 le dimos forma y empezamos a trabajar en un pajar que tenía yo al lado de la granja, lo restauramos y, con mucho trabajo y esfuerzo, seguimos adelante.
¿En qué momento decidisteis apostar por elaborar un producto ecológico y por qué surgió esta iniciativa?
Poco a poco nos fuimos introduciendo en el tema y vas viendo que hay diferentes tipos de mercados, uno de productos de calidad, otros dietéticos también y, por supuesto, el producto ecológico, que cada vez tiene más peso en el mercado, e intentamos apostar por tener una variedad de dulce de leche en esta versión. La verdad es que no conozco ninguna otra empresa en Europa que lo fabrique de esta manera.
Entonces, lo que hacemos son dos tipos de elaboración: uno clásico, que se puede emplear, por ejemplo, para untar en una tostada, y el dedicado a los helados, que es un negocio en el que tenemos bastante salida.
¿Cómo explicarías la relevancia que tiene este tipo de producción?
Es muy importante producir de manera ecológica. Para mí sería ideal poder producir toda la leche que tengo en la explotación de esta manera, porque es mucho más económico, mejor para el planeta y también para la sociedad. No tiene nada que ver una leche pastada por las vacas, aunque se complemente con comida en pesebre, porque es totalmente diferente.
El problema que tenemos aquí para llegar a eso es el minifundismo. Habría que hacer una reorganización del territorio, de manera que todas las granjas pudieran tener los terrenos cerca para fomentar este tipo de producción.
¿Qué significa para ti contar con la certificación ecológica?
Todos los certificados están hechos por algo y necesitan un seguimiento. Es importante tener una certificación y un seguimiento por parte de una entidad externa que lleve un control, en este caso sería el Craega. También son cruciales otras, como de calidad, de higiene, etc.
El consumo de alimentos eco está creciendo en los últimos años. En todo caso, ¿por qué debemos consumirlos?
Debemos consumir productos ecológicos simplemente por nuestra salud y también por la mejora del medio ambiente. Por esas dos razones ya deberíamos optar por alimentos ecológicos, y cada vez más.
¿Qué consejo le darías a alguien que está pensando en adentrarse en este sector produciendo en ecológico, o que ya está en convencional y quiere dar el paso al ecológico?
Estos productos son cada vez más demandados, por lo que van a tener menos alteraciones en los precios y posiblemente vayan a ser más pagados. Yo animaría a cualquiera a dar el paso pensando en el futuro. A lo mejor tienes que estar un tiempo produciendo también en convencional, pero lo importante es comenzar.
Si aumenta la demanda, más gente habrá que trabaje así, por lo que al empezar antes se pueden tener más beneficios que trabajando con el mismo tipo de elaboración en convencional.
«Debemos consumir productos ecológicos, simplemente por nuestra salud y también por la mejora del medio ambiente»
¿Qué planes tienes de cara al futuro a nivel profesional?
La idea es hacer cada vez más productos ecológicos, incluso desarrollar otro tipo de dulce haciendo un taller aquí al lado. Nuestro inicio ya fue hace un par de años, pero este mercado está creciendo cada vez más, ya que los consumidores demandan estos productos.