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La agricultura ecológica, un sistema rentable para la conservación del terreno

En un momento en que el cambio climático es cada vez más notable, apostar por el cultivo ecológico como una alternativa sostenible es imprescindible. El crecimiento de la agricultura convencional en la actualidad no es sostenible, debido a su alta contaminación y los costes extremos que provoca.

 

Una gran parte de los alimentos que consumimos recorre muchos kilómetros antes de llegar a nuestros hogares, lo que contribuye a aumentar la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera.

Además, diversos modelos de predicción asumen que la productividad de cultivos básicos como el trigo, el maíz y la soja podría disminuir hasta en un 30% en algunas regiones debido al cambio climático.

La agricultura convencional contribuye a la pérdida de diversidad de los suelos a través del uso de fertilizantes químicos y cultivos que no favorecen su correcto desarrollo. Esto implica que disminuye su capacidad para defenderse de posibles depredadores, haciéndolos más vulnerables a las plagas.

La agricultura ecológica se presenta como una opción diferente a este sistema, y organizaciones como la ONU subrayan la importancia de aumentar su presencia a través de estos objetivos: aplicar prácticas agrícolas resilientes, fortalecer la capacidad de adaptación al cambio climático y mejorar progresivamente la calidad de la tierra.

Características de la agricultura ecológica que favorecen el cuidado del suelo

Para preservar las calidades del terreno de cultivo, la agricultura sostenible hace uso de una serie de claves y recomendaciones que deben seguir los productores:

  • No se emplean químicos sintéticos, es decir, no hay uso de pesticidas, herbicidas, fungicidas u otro tipo. Se fomenta el uso de compost, fertilizantes orgánicos y métodos naturales de control de plagas.
  • La rotación de cultivos es una práctica esencial para prevenir la degradación, controlar las plagas y enfermedades, y mejorar su fertilidad.
  • El policultivo ayuda a imitar la diversidad de los ecosistemas naturales, lo que puede aumentar la fortaleza frente a plagas y enfermedades, además de promover una utilización más eficiente de los recursos.
  • Promueve la presencia de polinizadores naturales y otros organismos beneficiosos, ayudando a conservar la biodiversidad.

Así se consigue un vínculo respetuoso con el medio ambiente y se producen cultivos que benefician tanto a nuestro entorno como a nosotros mismos. Al mismo tiempo, se siguen técnicas que respetan los ciclos naturales, lo que garantiza la salubridad de los productos agrícolas.

La agricultura convencional como amenaza a la preservación del suelo

Si comparamos el cultivo convencional con el ecológico, apreciaremos que los métodos empleados en el primero tienen un fuerte impacto en el suelo, haciendo que se pierdan sus características esenciales.

Este tipo de agricultura fomenta un modelo contaminante que aumenta la erosión, lo que radica en que el consumo de alimentos tenga una amplia repercusión en la superficie de cultivo. Por el contrario, la agricultura ecológica no hace uso de fertilizantes químicos ni de ningún tipo en general, por lo que se conserva su fertilidad.

Además, nos encontramos con un prototipo muy extendido que hace incrementar la contaminación de los recursos hídricos. Precisamente, en el artículo Agricultura ecológica, un método eficaz para el ahorro hídrico de los cultivos ya hablamos sobre cómo esta apoya un uso sostenible para la preservación de este recurso tan escaso.

Además, gracias a estas características se consigue que se reduzca la huella de carbono, favoreciendo una transición hacia un futuro más verde. Hay que recordar que también ayuda a un desarrollo rural sostenible y a la regeneración de la salud de los campos y a la protección de la diversidad.

La necesidad de conservar la salud de las zonas de cultivo

En definitiva, la agricultura sostenible debe ser una de las principales alternativas para una adecuada conservación de las superficies. A través de sus sistemas característicos, los agricultores aumentan su rendimiento a lo largo de los años.

Otro de los objetivos principales es el mantenimiento de la biodiversidad de organismos que conservan la fertilidad de la tierra de diferentes maneras (añadiendo materia orgánica, descomponiendo organismos, etc.).

Los distintos métodos empleados en la agricultura ecológica evitan la contaminación y la sedimentación, y protegen el suelo desnudo de la erosión causada por el agua, el viento y el calor excesivo.

FUENTES:

https://www.ecolocalcanarias.com/blog/alimentacion-saludable/agricultura-ecologica-en-la-sostenibilidad-del-planeta/

https://foretica.org/2023/11/el-eco-del-suelo-puede-la-agricultura-sostenible-salvarnos/

https://agroquivir.com/agricultura-sostenible-futuro-verde/

https://vermiduero.es/efectos-de-la-agricultura-convencional-frente-a-agricultura-sostenible/

https://fieito.com/cultivo-ecologico-guia-completa-beneficios/

https://eos.com/es/blog/conservacion-del-suelo/

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