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Miguel Areán, gerente de Naiciña, nuevo miembro del comité consultivo del Craega: “La producción ecológica tiene presente y tiene un excelente futuro”

Naiciña es el ejemplo de un pequeño negocio familiar dedicado a la comercialización de castañas desde comienzos de los setenta, que prosperó hasta situarse en los primeros puestos del mercado internacional de su sector. En la actualidad, está presente en toda España y Europa, así como en Estados Unidos, Latinoamérica, Japón y Oriente Medio.

Su gerente, Miguel Aréan, forma parte de la segunda generación de esta empresa, una de las fundadoras del Craega, que fue homenajeada en el 25.º aniversario del nacimiento del Consello.

Aréan acaba de ser nombrado miembro del comité consultivo y nos acercamos a él en esta entrevista para que nos contase, entre otras cosas, cuál es el papel que debe desempeñar en este nuevo cargo, para que nos desvelase el secreto del éxito de su empresa y para que opinase sobre la importancia del sello de certificación ecológica.

¿Cuáles son las funciones y cuál es su impresión de esta nueva colaboración con el Consello?

El Consello es un órgano que tiene que estar ahí y la labor que tenemos que llevar a cabo es la de supervisar las decisiones que se tomen en el seno del Craega y estar pendientes de que todo lo que tiene que ver con los temas de inspección y demás se haga conforme a la normativa.

¿Cómo nace Castañas Naiciña?

Nosotros ya somos la segunda generación de la familia en este negocio, una empresa de carácter familiar, que es una de las fundadoras del actual Craega; de hecho, fuimos de las marcas ecológicas homenajeadas en el 25 aniversario del Consello como fundadoras. La iniciativa de poner en marcha el sello ecológico partió en la provincia de Lugo de la mano de Mouriño [José Mouriño Cuba, ex jefe de servicio en la Consellería del Medio Rural y uno de los partícipes fundacionales del Craega] y nosotros aceptamos de buen grado que tenía que ser así, la castaña amparada bajo la denominación de agricultura ecológica, así como amparar otras producciones, fundamentalmente en las provincias de Lugo y de Ourense, bajo las certificaciones y bajo el estándar de producción de la agricultura ecológica, porque eso nos iba a abrir puertas en los mercados internacionales. Esto se cumplió desde la A hasta la Z y fue una apuesta decidida por parte de nuestra empresa la implicación en la agricultura ecológica; de hecho, en los inicios llevamos a cabo una campaña intensa con productores de confianza para que se dieran de alta e incluso llegamos desde nuestra empresa a realizar todo el trámite burocrático ante el Craega. Esto es una historia de éxito, pero en el inicio, como en todos los inicios, siempre fueron más complicados. Con todo, nosotros, como estábamos muy convencidos y teníamos ese empuje importante por parte de la Administración, decidimos apoyar lo máximo que pudimos a los productores; por eso facilitamos el trámite burocrático, para que creyeran en el proyecto y les fuera más sencillo bajo el amparo de agricultura ecológica; nosotros siempre cuidamos de los productores.

“Estábamos muy convencidos y teníamos ese empuje importante por parte de la Administración, por lo que decidimos apoyar lo máximo que pudimos a los productores”

¿Y cómo ha sido la cosecha de castaña de este año?

Tanto en convencional como en ecológico llevamos cinco años catastróficos por diferentes motivos fitosanitarios y, además, por las condiciones meteorológicas, sobre todo en los meses de septiembre y octubre; han sido cinco años muy complejos, que no ayudaron nada. Ahora mismo, tanto en convencional como ecológico no lo estamos pasando bien, pero esperamos superar estos problemas y remontar.

¿Cuáles son las formas de comercialización principales de su producción?

Naiciña es la única empresa española que tiene todas las líneas de producción de castañas: desde frescas, pasando por los productos intermedios, como pueden ser las castañas peladas-congeladas, y secas, hasta productos finales, como las castañas en conserva.

La producción en ecológico siempre intentamos comercializarla con el mayor valor añadido posible, es decir, si tenemos la oportunidad de vender conserva de castaña, no vamos a vender producto intermedio, es decir, procuramos focalizarnos en los productos terminados: castañas cocidas, purés y harina de castaña.

¿Cuál es su principal nicho de mercado?

Si obviamos 2023, año en que nuestra producción certificada en agricultura ecológica no fue una referencia, y tiramos de 15 años de histórico, el 80 % de las ventas las realizamos fuera de España y el 20 %, nacional, incluida Galicia, pero la verdad es que no estamos destinados al mercado gallego, sino al mercado especializado en producto premium.

El consumo de producción ecológica no deja de crecer y es evidente que la sociedad está tomando más conciencia.

¿Cómo cree que se puede convencer a una persona que quiera producir que lo haga en ecológico?

Pienso que es fundamental en el caso de los productores que tengan de la mano una industria seria detrás que les dé una cobertura. Es primordial que vayan de la mano el productor primario y la industria transformadora que va a poner en valor esa producción.

Así mismo, les digo que tampoco se dejen engañar con cantos de sirena. En la producción ecológica, las ventas que se recaudan en el mercado incrementaron año tras año, pero tenemos que tener en cuenta que esa producción sea sostenible no solo desde el punto de vista medioambiental sino también económico. ¿Qué significa esto? Que por ser ecológico no vayan a vender el producto al doble de precio con respecto a uno convencional. Si los costes de producción se incrementan un 10 %, lo lógico es vender un 10 % más caro. Lo que no tiene sentido es que, si crecen los precios de coste de la producción ecológica un 5 %, se vaya a vender un 100 % más caro.

Hay que tener en cuenta que existen muchas producciones en las que la diferencia entre el coste en convencional y ecológico es mínima, o, en muchos casos, es inexistente; por tanto, yo me centraría en esos tipos de producciones, que apenas tengan un incremento en la producción y que sí tenga una ventaja a la hora de comercializarse.

“Es primordial que vayan de la mano el productor primario y la industria transformadora que va a poner en valor esa producción”

Si tenemos en cuenta que el precio final de la mayoría de los productos certificados en ecológico es más caro que el convencional, ¿cómo se podría convencer a los consumidores para que elijan productos eco?

En este momento tenemos que concienciarnos de que nos encontramos en un contexto superinflacionista, por lo que el consumidor medio es muy sensible al precio. Con todo, insisto: hay producciones que hacerlas en eco o convencional no acarrea diferencia de costes y, en cambio, si el incremento en el lineal del producto ecológico es mínimo, el consumidor sí va a ser receptivo. Esa es la línea que hay que seguir, la de las producciones que por el hecho de ser ecológicas no tengan incrementos en los costes de producción, para crear consumidores fieles que continúen comprando y disfrutando de la certificación ecológica.

¿Cree que el sello certificado (tanto el de Europa como el del Craega en el mercado gallego) ofrece más confianza? ¿Piensa que el consumidor medio está suficientemente informado?

El consumidor convencido está absolutamente informado, sin lugar a dudas. Ahora bien, yo entiendo que desde el Craega y otros consejos reguladores se debe seguir incidiendo en promover el producto eco y explicarle al consumidor en qué consiste. Hay que insistir en no confundir a los consumidores con la picaresca de que les hagan pensar que términos como “tradicional” o “producción local» son producción ecológica, porque no es lo mismo. Entonces, la labor de divulgación sobre las ventajas y las diferencias de un producto eco y el que se vende como eco sin sello tiene que seguir siendo prioritaria.

“La labor de divulgación sobre las ventajas y las diferencias entre el producto eco y el que se vende como eco sin sello tiene que seguir siendo prioritaria”

Ya para terminar, ¿cuál es su visión de futuro para este sector?

Yo no conozco los sectores totalmente, pero en lo que respecta a la producción vegetal, tengo claro que hay que seguir adelante, porque hay mercado; está creciendo todos los años y hay demanda de productos, con precios razonables, por supuesto, y con una estricta revisión desde los consejos reguladores de que las cosas se están haciendo bien.

Aunque desconozco las cifras de otros sectores, sí que percibo que, cuando hablo con clientes, me doy cuenta de que la palabra “sostenibilidad” está muy de moda y es un término que juega a nuestro favor, pues va muy ligado a la producción bajo el amparo de la agricultura eco; por tanto, tiene presente y tiene un excelente futuro.

“La palabra “sostenibilidad” está muy de moda y es un término que juega a nuestro favor, pues va muy ligado a la producción bajo el amparo de la agricultura eco”

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